La EPS Caprecom sigue con “el agua al cuello” teniendo en cuenta que en las últimas horas la Superintendencia Nacional de Salud, le impuso la medida de Vigilancia Especial a Caprecom por un lapso de siete meses, decisión en la cual, también deberá presentar en un periodo no superior a 15 días, un plan de acción que le permita superar los problemas que atraviesa en la actualidad.
Esta medida de Vigilancia Especial es considerada por algunos sectores como un paliativo para una moribunda entidad que le adeuda a la red prestadora del servicio, un billón de pesos, cifra que en parte, tiene en crisis a los hospitales públicos en el territorio nacional. Además Caprecom tiene un patrimonio negativo de 700 mil millones de pesos, entre otros aspectos presupuestales poco favorables para la entidad.
Otro de los cuestionamientos a la Vigilancia Especial es que a otras EPS con problemas menos graves como Solsalud y Selvasalud, fueron directamente intervenidas, sin recurrir a medidas previas.
Para señalar, la Vigilancia Especial es considerada como una determinación cautelar al proceso de intervención establecida en el Estatuto Financiero que consiste en la remoción del revisor fiscal y en su reemplazo se designa un contralor que deberá hacerle seguimiento al plan de mejoramiento.
Así mismo, durante los cinco primeros días de cada mes, deberá entregar a la Superintendencia, un informe mensual de gestión indicando el avance para cada una de las actividades aprobadas y las evidencias de la misma, especialmente en la contratación de la red, oportunidad en la atención y aclaración de las cuentas e información.
Adicionalmente, Caprecom queda dentro de la medida de Giro Directo y de forma obligatoria debe asignar el 80% de los recursos que percibe por la Unidad de Pago por Capitación (UPC) a los hospitales públicos y privados que atienden a sus afiliados.